José de Felipe Amaiz, fundador y director del Coro de la Universidad Politécnica de Madrid, nació en Moscú en 1940. Sus padres, exiliados a la Unión Soviética tras la Guerra Civil, le educaron en la convicción de que algún día, todos vivirían en España. Y a España llegó con su familia, en 1979, para quedarse. Desde muy niño José de Felipe, demostró poseer un talento musical extraordinario, que le sirvió para ser seleccionado por la Escuela Central de Música de Moscú donde realizaría sus primeros estudios en la materia. Posteriormente ingresó en la Facultad Coral del Conservatorio Tchaikovski, obteniendo los grados de Licenciado en Dirección Coral y de Maestro de Arte en la especialidad de Dirección Coral. Durante 22 años desarrolló su actividad profesional en la antigua Unión Soviética. Ya en nuestro país, fue director artístico del Coro Nacional, que abandonó a los dos años, "porque la burocracia y el funcionariado" se daban de palos con una actividad artística. Actualmente, José de Felipe Arnaiz es profesor de Dirección Coral en el Conservatorio Padre Antonio Soler de la Comunidad de Madrid, Director Artístico de la Escolanía del Real Monasterio de El Escorial y como ya hemos indicado líneas arriba, Director del Coro de nuestra Universidad, que le debe también su existencia.
-Aparte de que mis padres me habían inculcado la idea de vivir en España, yo también consideré que aquí podía ser más útil y que podría hacer más cosas que en la Unión Soviética. Esta cuestión la tuve muy asumida desde siempre. El problema que se me planteaba no era el por qué, sino el cuándo. A los dieciocho años, desde luego, no me apetecía para nada venirme, ya que tenía la carrera sin terminar, pero cuando los padres regresaron yo, ya casado, les seguí con la familia.
-¿Cómo fue el contraste entre un país y otro?
-Muy fuerte, pero ya estaba preparado. Antes de traerme a la familia decidí vernirme un año para tantear cómo estaba el mercado de trabajo en el ámbito musical. Me entrevisté con Jesús Aguirre, entonces director general de Música, quien no entendía mi postura. Alegaba que en Rusia había una tradición musical importante, mientras que España era un campo árido en ese sentido.
-¿Lo era?
-Si, pero también puedo decir que en los años que llevo aquí, que son casi veinte, esto ha cambiado muchísimo y para bien. Cuando llegué, en Madrid sólo había un Conservatorio. Hoy tenemos el Conservatorio Superior, ocho más dependientes del Ministerio de Educación y Ciencia y dos de la Comunidad de Madrid. Los coros que existían entonces no pasaban de tres. Ahora hay sesenta.
-¿Cómo accede a la dirección del Coro de nuestra Universidad?
-Tras abandonar la dirección artística del Coro Nacional me entrevisté con el anterior Rector, el señor Portaencasa, a quien propuse la creación de un Coro propio de la UPM. Aceptó la idea y en seguida nos pusimos manos a la obra. Al principio tan sólo contábamos con doce componentes. Ahora somos cien. Hace poco, repasando la lista de la gente que había formado parte de nuestro Coro nos encontramos con que han pasado por él más de 230 personas. Lógicamente, algunos de los chicos que terminan la
carrera se marchan, aunque también hay otros que siguen, a quienes les gusta cantar, que continúan vinculados a nosotros.
-¿Los componentes del Coro han de pertencer a la Politécnica?
-No necesariamente, pero la gran mayoría forman parte de la Universidad. Casi todos son alumnos y profesores. Como le decía, hay chicos y chicas que han terminado la carrera y que les apetece seguir. También tenemos gente que es amiga de algun componente. Nosotros dejamos las puertas abiertas para todo aquel que quiera venirse.
-¿Para formar parte del Coro de la UPM hay que someterse a alguna prueba?
-Sí; antes aceptabamos a los candidatos según las necesidades, pero desde hace mucho tiempo las plazas están cubiertas. De todos modos, en enero y septiembre hacemos pruebas. Contamos con voces muy buenas, personas preparadas y capacitadas que han cantado en otros coros y otras que, después de pasar por el nuestro están ahora cantando en coros profesionales.
-Dada la importancia que el Coro de la Politécnica ha adquirido en el ámbito musical, ¿es necesario planificar sus actuaciones?
-Hacemos una planificación de enero a enero. Si surgen actuaciones fuera de las organizadas las dejamos en cartera por si pudieran realizarse. Ahora, las actuaciones del Coro son tan importantes, que sin una preparación previa, fuerte, sería muy difícil llevarlas a cabo.
-Que los componentes sean en su mayoria alumnos y profesores, ¿limita los conciertos?
-Siempre buscamos fechas que sean cómodas para todos. Semana Santa, vacaciones y los puentes largos, son las más idóneas. No hacemos salidas en febrero ni junio porque hay exámenes.
-¿Donde tienen previsto actuar a lo largo del año?
-Tenemos tantos conciertos que ahora mismo no se los podría enumerar. Los más importantes serán en Semana Santa y luego en octubre y diciembre, que cantaremos en el Autorio Nacional. También queremos grabar este año un disco, ya que el último que editamos fue hace ocho años.
-¿El presupuesto destinado al Coro es suficiente?
-El Rectorado, desde el primer día, ha colaborado con gusto y nunca nos ha puesto trabas económicas. En ese sentido, considero que somos unos privilegiados. Diría que el Coro es el niño mimado de la Universidad Politécnica y a mí, me llena de orgullo poder expresarme de esta manera porque sé los problemas que existen en otros departamentos. También es verdad que, dada su trayectoria, el Coro se ha convertido en el estandarte de la Politécnica. Pero es que desde que nacimos, hace quince años, nos mantenemos en línea ascendente.
-Cuando se llevan muchos años en un mismo puesto parece que uno termina aburriéndose. ¿Usted se encuentra con ganas y fuerzas de seguir?
-[exclamdown]Por supuesto! Estoy con fuerzas para continuar y más. En el arte en general, sueles ir poniéndote metas cada vez más altas y luego, aunque quieras, no puedes parar, porque si te estancas, terminas.
-¿Cuándo van a iniciar la grabación del disco?
-Estamos en conversaciones con la Orquesta de Radio Televisión Española y la Orquesta de Málaga. Si fuera con la primera, sería en el mes de julio. Y si pudiéramos editarlo también con el sello de RTVE, mucho mejor. De todas formas, no me preocupa tanto eso, como que esté bien grabado, pues hay mucha demanda dentro y fuera de la propia Universidad del disco de nuestro Coro.
-¿Es usted un maestro duro con sus alumnos?
-Bastante, porque la escuela que recibí fue también muy dura.
-¿Qué se exige a quien desee ponerse bajo su batuta
-Que tenga una preparación de lectura, voz y ganas. El entusiasmo es imporantísimo. Siempre digo que si te gusta la música y hay ganas se vencen todas las dificultades.
Luisa María Soto